Estudios científicos sobre los períodos más difíciles (sin citas)
La transición a la paternidad se destaca como el período difícil documentado de manera más consistente. Un metaanálisis de 49 estudios empíricos realizado en 2022 reveló que la satisfacción conyugal presenta una disminución media entre el embarazo y los 12 meses después del parto, y una pequeña disminución entre los 12 y los 24 meses después del parto en ambos sexos. Las parejas de padres experimentaron una disminución significativamente mayor de la satisfacción en comparación con las parejas sin padres desde el período prenatal hasta los 12 meses después del parto.
Familias con niños pequeños y adolescentes se enfrentan a desafíos continuos. Las investigaciones que utilizaron modelos de ecuaciones estructurales identificaron a las «familias con niños pequeños» y a las «familias con adolescentes» como importantes factores predictivos negativos de la satisfacción conyugal, ya que representan parte del 85% de la variabilidad en los resultados maritales. Los estudios indican que cuando los niños llegan a la adolescencia, los conflictos pueden aumentar, lo que convierte a este período en «uno de los períodos críticos para la relación matrimonial en la mediana edad».
Años de matrimonio precoz presentan un alto riesgo. Las investigaciones muestran que «los primeros años de matrimonio tienen la mayor probabilidad de divorcio, al menos después del primer año aproximadamente. Después de eso, la probabilidad de divorcio aumenta rápidamente». Las personas que se casan en la adolescencia tienen entre dos y tres veces más probabilidades de divorciarse que las personas que se casan a los veinte años o después.
Transiciones de la mediana edad crear estrés en las relaciones. Los estudios longitudinales que siguieron a parejas durante 15 años descubrieron que «el período del ciclo de vida familiar se asocia con el punto más bajo de satisfacción conyugal» cuando las parejas tienen hijos adolescentes en la mediana edad. Este período coincide con que «cada miembro de la pareja probablemente tenga entre 40 y 50 años, reevaluando su vida y redefiniendo su significado, al mismo tiempo que se enfrenta al envejecimiento de sus padres».
Hallazgos contradictorios sobre la vejez
Curiosamente, el Periodo de nido vacío muestra resultados mixtos. Algunos estudios longitudinales descubrieron que «pasar a un nido vacío se asoció con mejoras significativas en la satisfacción conyugal (pero no con la vida) de las mujeres». Las investigaciones realizadas en mujeres mayores de 18 años revelaron que «las mujeres que habían hecho la transición a un nido vacío estaban más satisfechas con su matrimonio que las mujeres que aún tenían hijos en casa».
Perspectivas clave de la investigación
Una investigación longitudinal reciente que utilizó el análisis del crecimiento de las clases latentes ha desafiado la sabiduría convencional y ha revelado que «el 67,6% de las parejas se agruparon en clases caracterizadas por un cambio insignificante en la satisfacción conyugal durante todo el estudio». Las parejas que experimentaban descensos significativos tendían a ser «parejas que pasaban por transiciones vitales estresantes (por ejemplo, padres primerizos) y parejas que al principio mostraban una menor satisfacción».
La investigación apunta constantemente a principales transiciones de la vida; en particular la llegada de los hijos, la crianza de niños pequeños durante la adolescencia y los desafíos de la mediana edad, ya que son los períodos en los que los matrimonios se enfrentan a mayores tensiones.