En resumen: El éxito matrimonial alcanza su punto máximo entre los 25 y los 34 años, y quienes esperan hasta después de los 25 tienen un 24% menos de probabilidades de divorciarse.
Periodos de edad óptimos para el éxito en las relaciones
El análisis de datos del Censo de EE. UU., estudios longitudinales con más de 165 000 participantes e investigaciones demográficas revelan patrones claros en función de la edad en los resultados de las relaciones. El momento óptimo para contraer matrimonio se sitúa entre los 25 y los 29 años, con tasas de divorcio de tan solo el 15 %, las más bajas de cualquier grupo de edad. Entre los 30 y los 34 años se observan las tasas de éxito más altas, con un riesgo de divorcio del 14 %.
Casarse antes de los 25 años conlleva riesgos importantes: el 48 % de los matrimonios antes de los 18 años terminan en divorcio en un plazo de 10 años, mientras que el 60 % de las parejas que se casan entre los 20 y los 25 años se divorcian. La notable mejoría después de los 25 años refleja una mayor madurez emocional, estabilidad financiera y estudios superiores.
La curva de satisfacción en la relación
Un metaanálisis de 165 estudios revela que la satisfacción en las relaciones sigue un patrón en forma de U a lo largo de los diferentes grupos de edad. La satisfacción comienza siendo alta a los 20 años, disminuye progresivamente hasta alcanzar su punto más bajo a los 40, y luego aumenta sustancialmente hasta los 65, donde se estabiliza en niveles altos. Este patrón se mantiene a lo largo de toda la duración de la relación, lo que sugiere que tanto los factores relacionados con la edad como la etapa vital influyen en la calidad de la relación.
Perspectiva crítica: Si bien el riesgo de divorcio es menor para los matrimonios que comienzan a finales de la veintena, la satisfacción en la relación continúa mejorando durante la mediana edad y más allá.
Demografía por edad según el tipo de relación
Las tasas de matrimonio han disminuido significativamente: actualmente solo el 18% de los adultos menores de 30 años están casados (frente al 31% en 1995). Sin embargo, el 62% de los adultos de entre 30 y 49 años siguen casados, lo que indica que muchos retrasan el matrimonio en lugar de evitarlo por completo.
La convivencia alcanza su punto máximo entre los 30 y los 39 años: el 26 % de los adultos solteros de este grupo etario viven con su pareja, un porcentaje superior al de cualquier otro grupo demográfico. Entre los jóvenes de 18 a 24 años, la convivencia (9 %) supera ya al matrimonio (7 %).
Los segundos matrimonios presentan patrones de edad complejos: si bien el 60 % de los segundos matrimonios terminan en divorcio, el éxito de un nuevo matrimonio varía drásticamente según la edad. Los adultos de 55 a 64 años representan el grupo con mayor índice de segundas nupcias (el 67 % de quienes se casaron anteriormente se han vuelto a casar), mientras que los adultos más jóvenes muestran tasas de segundas nupcias en descenso.
Citas y formación de relaciones modernas
El uso de citas en línea está estrechamente relacionado con la edad: el 53 % de los adultos de 18 a 29 años ha utilizado aplicaciones de citas, frente a solo el 13 % de los mayores de 65 años. Sin embargo, las tasas de éxito son más altas entre los usuarios de 43 a 58 años, con un 72 % que afirma que estas plataformas les han permitido entablar relaciones sentimentales. Esto sugiere que los usuarios de mayor edad podrían abordar las citas en línea de forma más estratégica.
Se observan patrones de género en todas las edades: los hombres dan «me gusta» al 46 % de los perfiles, frente al 14 % de las mujeres, pero los mensajes de estas últimas obtienen un 25 % más de respuesta. Las tasas de éxito favorecen a las mujeres en todos los grupos de edad.
Factores económicos y educativos
La estabilidad financiera resulta crucial a cualquier edad. Los adultos con ingresos anuales superiores a 50 000 dólares presentan un riesgo de divorcio un 30 % menor, mientras que las personas con estudios universitarios tienen un 30 % menos de probabilidades de divorciarse, independientemente de la edad al contraer matrimonio. Estos factores explican en parte por qué los matrimonios tardíos tienen más éxito: las parejas han alcanzado hitos educativos y financieros.
Persisten las diferencias raciales: los adultos asiáticos muestran las tasas de matrimonio más altas (63%) y las tasas de divorcio más bajas, mientras que los adultos negros tienen las tasas de matrimonio más bajas (33%) pero las tasas de divorcio más altas en todos los grupos de edad.
Implicaciones prácticas
Los estudios respaldan firmemente la idea de retrasar el matrimonio hasta mediados de los veinte años, mientras se busca la estabilidad académica y profesional. Sin embargo, los datos sobre satisfacción en las relaciones sugieren que, con la preparación adecuada, se pueden iniciar relaciones exitosas a cualquier edad adulta. La terapia prematrimonial reduce las tasas de divorcio en un 30%, independientemente de la edad.
Los factores clave importan más que la edad específica: La educación completa, la seguridad financiera, la madurez emocional y las habilidades de comunicación predicen el éxito mejor que la edad cronológica por sí sola. Los datos sugieren que el momento óptimo para iniciar una relación se da cuando estos hitos del desarrollo coinciden, generalmente entre finales de los veinte y principios de los treinta.